¿Un negocio sin página web hoy en día? ¡Inconcebible! Tanto grandes como pequeñas empresas necesitan estar presentes en la red pues si no lo están, es como si no existieran (especialmente en un momento en el que la tecnología juega un papel cada día más importante en nuestras vidas).
La manera más común e inmediata de tener presencia en la red es mediante una página web que resuma toda la información que los consumidores pueden necesitar sobre nuestro negocio. Las empresas lo saben y no se lo piensan dos veces a la hora de contratar a especialistas en diseño web para que les creen una página web a medida.
¿Parece fácil, verdad? Pues no lo es. A la hora de escoger a un diseñador freelance o agencia especialista hay que tener mucho cuidado y asegurarnos de que la persona que vaya a encargarse de nuestro diseño entienda lo que está haciendo.
De nada nos servirá gastarnos todo el presupuesto en tener una página web bonita si luego, a la hora de la verdad, no se cuidan los detalles que de verdad importan de cara al consumidor y de cara al posicionamiento de nuestra web en los motores de búsqueda (SEO). Una página web mal diseñada, que no se entienda o que no funcione correctamente nos va a hacer tirar dinero, perder consumidores y seguramente dañe nuestra reputación e imagen corporativa.
Para evitar que esto suceda, debemos tener en cuenta algunos factores vitales que deben considerarse a la hora de crear una página web. Para ello, a continuación vamos a ver algunos de los problemas que podemos llegar a tener si nuestra página no está bien diseñada desde un principio.
Diseño antes que funcionalidad
¡Error! Una página web puede ser muy atractiva a la vista y tener unos colores y elementos muy bien elegidos. Sin embargo si la navegación es confusa o complicada no va a servir de mucho pues sólo vamos a conseguir frustrar al consumidor.
Por supuesto una página web puede ser atractiva y funcional a la vez, pero siempre debe primar la funcionalidad. Si hay que sacrificar algo, será preferible que el diseño sea un poco menos sofisticado pero que la página sea clara y directa, al fin y al cabo la finalidad es la de informar al consumidor.
Web mal estructurada y de difícil navegación
Es necesario tener muy clara desde el principio la estructura que queremos que nuestra página web siga. El mapa del sitio debería planearse de antemano acorde a la información que queremos comunicar y a nuestro público objetivo, para evitar sorpresas desagradables.
Los usuarios tienen que encontrar la información de manera inmediata y sin necesidad de tener que investigar o pasar horas buscando por nuestra web. Por lo tanto el estilo, el orden y las categorías deberían ser clarísimos desde un buen principio porque cambiar toda la estructura del sitio web al final, cuando ya está diseñado, no es tarea fácil ni agradable.
Información de contacto
Parece increíble, pero sorprende ver el número de páginas web corporativas que no disponen de datos de contacto o que si lo hacen los esconden en categorías extrañas que nada tienen que ver y que son casi imposibles de encontrar por el consumidor.
Como ya comentaba antes, una página web es al fin y al cabo una herramienta para comunicarte con el consumidor y adquirir consumidores nuevos, por lo tanto los datos de contacto deberían ser fáciles de encontrar. Hay que ofrecerle al consumidor la posibilidad de contactarnos y por tanto como mínimo la dirección de e-mail y un teléfono de contacto deberían ser fácilmente accesibles.
Problemas de carga en la página
No hay nada que desespere más a un usuario que una página web que tarda en cargarse, especialmente hoy en día que las conexiones a internet son por norma general buenas. Esto puede deberse a una mala programación del sitio cuando se diseñó la página o puede tratarse de un problema de la empresa de hosting. El primero de los casos es fácilmente controlable, el segundo está fuera de nuestro alcance, pero ayudará que la compañía de hosting disponga de un buen servicio técnico que pueda ayudarnos a solucionar posibles problemas.
Errores e incompatibilidades
Antes de publicar una página web tienen que realizarse tests de prueba para asegurar su correcto funcionamiento. Si esto no se lleva a cabo, podemos encontrarnos con vergonzosos mensajes de error, errores de carga, incompatibilidades con los diferentes exploradores o resoluciones de pantalla y otros muchos problemas de usabilidad. Esto molesta al consumidor y nos da muy mala imagen.
Elementos automáticos, abuso de Flash y publicidad indeseada
Disponer de publicidad en la página web puede ser una manera (aunque muy cuestionable en páginas corporativas) de obtener ingresos extra o cerrar colaboraciones con colaboradores. Sin embargo conviene que esta publicidad no sea intrusiva (típico anuncio pop-up que te bloquea la pantalla hasta que consigues encontrar la pequeñísima cruz para cerrarlo) pues molesta a la navegación.
También molesta bastante al consumidor el disponer de un video, canción o elemento que se ponga en marcha automáticamente al entrar en la web. Si tenemos un video que queremos que el consumidor vea no hay problema en ponerlo bien visible en la página web, pero nunca debería empezar de manera automática. Es el usuario el que debería controlar como y cuando lo reproduce.
Algo similar ocurre con el uso de intros en flash. Hubo una época de auténtica fiebre por incluir este tipo de introducciones en las páginas web corporativas. El consumidor quiere acceso directo a la información y por norma general este tipo de videos son vistos como una molestia o una pérdida de tiempo. Si de todas maneras insistimos en ponerlo, debemos asegurarnos de que la opción de “Saltar introducción” (o Skip intro) esté bien visible.
Otro factor a tener en cuenta es que los móviles no reproducen contenido flash y por lo tanto esto va a impedir que nuestra web pueda consultarse correctamente desde un dispositivo móvil, algo que es cada día más importante y común.
Imposibilidad de editarla/actualizarla
Si en tu empresa no dispones de ningún empleado o departamento capacitado para crear tu página web, es una práctica muy común la de subcontratar a una agencia que se encargue del tema.
Sin embargo siempre deberíamos asegurarnos de disponer de los derechos de administrador de la página web para poder actualizar información y mantenerla al día cuando sea necesario. Si esta opción no está disponible, debemos asegurarnos de que exista una comunicación continua con la agencia que se ha encargado de diseñarla para que puedan realizarnos las modificaciones de manera rápida.
Fallos en la seguridad
Es necesario alojar la web en un servidor seguro y proteger las bases de datos, sistemas de pago o cualquier elemento que recoja datos del consumidor contra posibles ataques de piratas informáticos. Un problema de seguridad o de privacidad de datos supone la pérdida de confianza del consumidor y una mala imagen y mala reputación de nuestra empresa.
Falta de tráfico de visitas
Es probable que tu página web no reciba un flujo de visitas suficiente. Si esto sucede, probablemente sea porque no existe ninguna campaña de marketing o ninguna estrategia de apoyo, algo que es bastante común en las pequeñas empresas que no disponen de un departamento específico para gestionar estos temas.
No obstante, si vamos a tener presencia online y queremos que reporte beneficios necesitamos diseñar una campaña efectiva y legal de SEO o posicionamiento en los motores de búsqueda. Esto ayudará a situar nuestra web en las primeras posiciones en los diferentes buscadores y aumentará nuestro tráfico y visibilidad.
Falta de integración con el resto del negocio
Tu página web tiene que estar totalmente integrada en tu plan de negocio y de marketing. Hay que incluirla en posibles estrategias y tenerla en cuenta como otro elemento más de comunicación con el cliente. Además si también tenemos presencia en redes sociales o asociaciones debería quedar todo unificado e integrado debidamente en nuestra página web. Es importante que la persona que nos diseñe la página web entienda de que va el negocio.
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