Con la presentación del Samsung Galaxy S3, ya tenemos de nuevo al teléfono referencia de Android en su trono. El HTC One X le opuso resistencia durante unas semanas pero el Galaxy no se ha dormido y vuelve a reinar entre androides.
Era lógico pues pensar en una comparativa entre los teléfonos franquicia de las tres plataformas llamadas a repartirse (habrá que ver si BB 10 llega a tiempo) el corazón de los usuarios de smartphones. Pero de momento, en vez de fríos datos quiero dejaros con mi versión sobre las tres estrategias diferentes de estos teléfonos franquicia de iOS, Android y Windows Phone, que es lo que verdaderamente importa.
Nokia Lumia y la apuesta de Windows Phone
Resulta paradójico que el último en llegar al universo Windows Phone sea actualmente el más reconocido. Ponte a pensar en terminales con Windows Phone que no sean los nuevos Lumia de Nokia y seguro que te costará recordarlos. Apenas HTC con el Radar, por ejemplo, pueden decir algo.
Pero así es. La saga Lumia es la que marca camino en Windows Phone actualmente (con los Lumia 800 y Lumia 900 como terminales franquicia), va paso a paso y cuenta con el músculo de Microsoft a sus espaldas.
Los terminales juegan con lo que ha hecho grande a Nokia: gama de entrada de muy buena calidad (atentos al Nokia Lumia 610) y smartphones de gama alta exquisitos. Los números grandilocuentes los dejan para otros.
Personalmente tengo claro que Nokia puede permitirse eso porque es de esperar queacabe siendo la aliada fiel de Microsoft con sus sistema operativo. Ya veremos hasta que nivel de compromiso, pero yo veo boda a la vista más pronto que tarde. Es lo que toca tras irse a vivir juntos.
En cuanto a Microsoft, con Windows Phone creo que no tienen prisa porque el golpe esperan darlo con la llegada de Windows 8 y el paso de sus “clientes habituales” de escritorio a un smartphone con sistema operativo que ya les sea habitual e, insisto, hecho a la medida de los nuevos usuarios de smartphone.
iPhone 4S, el llanero solitario
Con el horizonte despejado de rivales en tu hábitat, debe ser complicado para el iPhone 4S alcanzar la tensión necesaria para la batalla. A base de un trote seguro y sin descanso, cuenta con al aura de la exclusividad y ser el smartphone franquicia del mundo móvil como aliados.
El iPhone y Apple juegan también en el papel del ecosistema perfecto y la experiencia de usuario única. Ellos controlan el hardware, ellos controlan el software y es su apuesta que tan buen resultado ha demostrado darles.
Sus terminales no son en general los que más prestaciones técnicas ofrecen y hasta parece que nunca miran a los rivales para componer su siguiente modelo (mirad el ejemplo de las dimensiones de la pantalla), pero siempre incluyen toques excelentes que marcan diferencias, como la pantalla Retina o el rendimiento de su cámara de fotos.
Samsung Galaxy S3: sprinter perfecto bajo presión
La historia de la saga Galaxy S es la historia del que siempre quiere más. Más pantalla, más potencia, más cámara, más resolución, más delgadez … más prestaciones y músculo para ser el sprinter perfecto. Para ser el terminal que año tras año se bate en las distancias cortas.
Esa potencia de salida en los 100 metros lisos (que en realidad cuentan con vallas) le ha valido a Samsung para colocar a su Galaxy S2 como teléfono referencia en el mercado más complicado: Android. Y eso ya es un logro que permite a Samsung partir con ventaja.
El problema de esta estrategia es en realidad doble: que un día un rival sea más rápido en la salida (rivales de fondo como Sony mejoran a grandes pasos) y que la presión de ser el favorito en la carrera (con todas las miradas sobre ti) acabe en gatillo no por “desméritos” propios sino por no poder cumplir con las expectativas.
xataka
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