No es la primera vez que asistimos a las notables habilidades de las que son capaces loscuadricópteros autónomos. Estos pequeños robots dotados de una cierta inteligencia son capaces de volar en formación de una manera extremadamente precisa gracias a sistemas de detección de movimientos.
El experimento ha consistido en la simulación de una explosión en una planta química. Gracias a sensores térmicos y a su pequeño tamaño, estos pequeños robots voladores son capaces de infiltrarse entre los escombros y peinarlos de una manera concienzuda, informando a un ordenador central cuando encuentran a supervivientes.
Desde Japón aún no hay planes para jubilar a los perros en la detección de supervivientes a desastres, pero el experimento da una idea de las apasionantes posibilidades que aún les quedan a estos pequeños dispositivos por delante.
Vía | Simply Zesti
xataka
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